El Museo del Frontispicio, ubicado en lo que fue el casco de la ex Hacienda de Aguilera, cuenta con la recreación de una sala de parto de 1930 y el equipo quirúrgico correspondiente.
Libros de herbolaria, medicina antigua china, prehispánica, egipcia, griega, de la época del Renacimiento hasta el desarrollo de la fisiología, microbiología, el código badiano, antibióticos, rayos X, anestesiología y sobre el descubrimiento de las vacunas, así como investigaciones de los hongos alucinógenos.
También una sale con figuras de órganos humanoides y animales de plastinación, resultado de casi tres décadas de trabajo de la doctora Ocampo Tallavas, al igual que una botica y vitrina de ginecoobstetricia.
Otro elemento que resalta en el museo es un cráneo deformado intencionalmente, descubierto en una cueva subterránea de la zona Mixe, que gracias al pintor Francisco Toledo está bajo resguardo de la Máxima Casa de Estudios.
En la parte alta del Frontispicio se ubica una biblioteca con libros antiguos, más del 90 por ciento donados por la familia Pardo, y la Sala Magna “Benito Juárez”, restauradas por la actual administración de la Facultad de Medicina.
El edificio que alberga el Museo del Frontispicio es parte de la historia de Oaxaca, pues en la guerra de Independencia, el 25 de noviembre de 1812, fue ocupado por tropas del generalísimo José María Morelos y Pavón; en 1866 fue usado por el ejército del general Porfirio Díaz Mori en la toma de Oaxaca; el 22 de abril de 1932 se celebró ahí la conmemoración del IV centenario de la exaltación de Oaxaca como Ciudad, y en sus instalaciones también se exhibieron las joyas de Monte Albán, en un hecho coordinado por el arqueólogo Alfonso Caso.
El 27 de mayo de 1955 el Gobierno del Estado entregó el inmueble a la UABJO y el 27 de marzo de 1968, siendo gobernador Rodolfo Brena Torres y rector Agustín Márquez Uribe, se construyó la Facultad de Medicina.